Desde el lagrimeo de los ojos hasta los estornudos incontrolables, las alergias pueden ocasionar toda clase de molestias en el día a día. Pero no hay que preocuparse en exceso. Con un poco de conocimiento y algunos cambios de hábitos, es posible aprender a controlar las alergias. El portal de salud Tratamiento y Enfermedades indica algunas pautas para lograrlo.
Conocer los desencadenantes de la alergiaEl único método infalible para saber a qué se es alérgico es la prueba cutánea de la alergia. Estas pruebas muestran qué alérgenos hacen reaccionar al paciente y son clave para desarrollar un plan para evitarlos.
Una vez que la persona conoce cuáles son sus alergias, debe mantenerse alerta para evitarlas, incluso cuando sea un inconveniente. Un alérgico al polen deberá evitar las actividades al aire libre cuando el recuento local de polen sea alto. Si tiene alergia al pelo animal puede educar a su mascota para que se mantenga alejada de los muebles y la ropa de cama puede ayudar a reducir sus síntomas. Al limitar su exposición a los alérgenos, puede reducir sus alergias y sentirse mejor.
Mejorar la calidad del aire interiorLimpiando los lugares donde se esconden los alérgenos, como las alfombras y los muebles blandos, se puede reducir los alérgenos dentro y fuera de casa. Mantener la casa limpia y despejada también puede ayudar, especialmente en el dormitorio de la casa, mientras que disminuir la humildad puede mejorar la calidad del aire y reducir las alergias.
Usar productos de limpieza naturalesComo parte de la mejora de la calidad de su aire interior, el alérgico debe mantener su casa limpia y ordenada, pero muchos limpiadores domésticos están llenos de sustancias químicas fuertes que pueden agravar sus alergias. Conviene elegir limpiadores que utilicen sustancias naturales o hacer sus propios limpiadores con vinagre y bicarbonato. Se recomienda la aspiradora por el suelo y los muebles una o dos veces por semana y busca filtros certificados aptos para el asma y la alergia para reducir la exposición a los alérgenos.
Lavarse al llegar a casaCuando una persona sale de casa se expone a los alérgenos y las toxinas del entorno. Y cuando vuelve los trae consigo. Los expertos recomiendan quitarse los zapatos y el abrigo nada más llegar a casa y cambiarse de ropa enseguida. Asimismo, lavarse la cara, los brazos y las manos con agua tibia y jabón.